Juan II de Castilla, entre veneno y enfermedad

 


La muerte de Juan II de Castilla en 1454, tras cuarenta y ocho años en el trono, ha quedado rodeada de cierto halo enigmático, aunque la mayoría de los historiadores coinciden en que se debió al deterioro natural de su salud más que a un complot. El rey, que había pasado gran parte de su vida bajo la influencia de validos como Álvaro de Luna, llegó a sus últimos años cansado, melancólico y aquejado de múltiples dolencias.

Los cronistas de la época, como Enrique de Villena y sobre todo Fernán Pérez de Guzmán, describen a un monarca débil, retraído y muy inclinado a las letras, pero poco apto para el gobierno. En sus últimos meses se encontraba recluido en Valladolid, con el cuerpo castigado por las fiebres y el espíritu quebrado tras la ejecución de su inseparable Álvaro de Luna, acontecida tres años antes.

Las sospechas de envenenamiento surgieron casi de inmediato. En la Castilla del siglo XV, la muerte repentina de un rey rara vez se aceptaba sin teorías conspirativas, y el ascenso al trono de su hijo, Enrique IV, ofrecía un móvil tentador. Sin embargo, no existen pruebas documentales sólidas que apunten a un crimen: los registros médicos de la época hablan de hidropesía (retención de líquidos, probablemente ligada a una insuficiencia cardíaca o renal). Los testimonios sobre visiones, delirios y apagones de velas que acompañaron su agonía parecen responder más a recursos literarios de los cronistas que a hechos verificables.

El final de Juan II fue, en todo caso, el reflejo de su reinado: más pasivo que activo, marcado por la dependencia de consejeros y por un interés casi obsesivo en la poesía y las artes. Su muerte abrió el camino a un heredero problemático, Enrique IV, cuyo reinado convulso pondría a Castilla en el umbral de una crisis dinástica que solo se resolvería con la llegada de Isabel la Católica.

La “extrañeza” de su muerte, pues, no radica tanto en las causas médicas como en el contraste entre la discreta agonía de un rey enfermo y el enorme peso histórico de las consecuencias que esa desaparición desencadenó.

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